LOS CINCO NIVELES DE COMPETENCIA EN EL USO DE LAS ARMAS DE FUEGO

ARTICULOS

 

Algunos de los más reconocidos Instructores de Táctica y Tiro policial y civil norteamericanos hacen alusión a esta clasificación de los diversos grados que podemos encontrar en aquellos que usan habitualmente armas de fuego.

No podría decir a cuál de ellos debería atribuirse la “paternidad” y ni siquiera si no provendrá de más atrás en el tiempo. Lo cierto es que en cualquier caso la importancia del tema no radica en este punto, sino en el fondo de dicha clasificación. Cada cuál que saque sus propias consecuencias.

El primer nivel que podemos encontrar es el del INTENCIONALMENTE INCOMPETENTE (o II): Créase o no, éstos son aquellos que tienen y portan armas de fuego y saben perfectamente de su incompetencia, pese a lo cuál no tienen ni la más mínima intención de mejorar sus habilidades. El II no entrena por pereza y por miedo a que los otros vean lo “torpedo” que es. Según estos Instructores, los cementerios están llenos de IIs. Desgraciadamente, los IIs a menudo se llevan consigo a familiares, compañeros, etc… El tiempo que se pueda dedicar a éstos es tiempo perdido que estaría mejor empleado con aquellos que realmente desean mejorar. Afortunadamente, esta especie no es mayoría, sino una clara minoría.


El segundo nivel que podemos encontrarnos es el del DESCONOCEDOR DE SU INCOMPETENCIA (o DI): El DI no sabe que no sabe. Es incompetente porque no sabe que lo es, debido principalmente a un pobre o incluso a una carencia total de entrenamiento, sin que hasta el momento se haya visto inmerso en una situación de peligro que le haya puesto al descubierto sus lagunas y le haga consciente de sus carencias. Ejemplos de DI podemos encontrarlos por todas partes: Muchos policías que alardean de que en 10 años de servicio nunca han tenido que desenfundar sus armas son afortunados DIs; aquél que sólo va al campo de tiro en aquellas ocasiones en las que debe realizar las tiradas anuales programadas por la Jefatura de su Cuerpo, es un DI.
Lo peor de todo es que la primera vez que el DI se da cuenta de su incompetencia es cuando se ve en medio de una situación crítica en donde está en juego su vida, por lo que su primera lección puede ser la ÚLTIMA.

3er, y al tiempo, 1er nivel del “despertar”: El CONSCIENTEMENTE INCOMPETENTE (o CI): Si el DI sobrevive a su primera lección, se convierte en CI. Ahora es consciente de que no sabe y busca ayuda para mejorar sus habilidades tácticas y el manejo de su arma. Ahora es un estudiante motivado, reconoce sus carencias y por ello consigue enfocar sus esfuerzos para alcanzar un óptimo nivel de competencia.

4º Nivel: El CONSCIENTEMENTE COMPETENTE (o CC): Con el adecuado entrenamiento y práctica, el CI llega a ser un CC. El CC puede manejar su arma y resolver interrupciones de una forma eficiente y segura. Comprende los fundamentos del tiro y la importancia del punto de impacto. Asume rápidamente posiciones de combate y utiliza los abrigos disponibles. Ha adquirido ya la actitud necesaria para el combate, y si bien es rápido y hábil, debe estar continuamente pensando en qué está haciendo porque todavía no ha alcanzado el nivel de respuesta refleja en sus reacciones. El CC responderá a las situaciones más estresantes siempre que no requieran decisiones y respuestas instantáneas.

5º Nivel o nivel de “Maestría”: El INCONSCIENTEMENTE COMPETENTE (o IC): El IC ha programado su cuerpo y mente (después de miles de repeticiones) para reaccionar en una fracción de segundo mediante respuestas adecuadas que no requieran atravesar un largo proceso mental. Funciona sin dudar incluso en medio de las situaciones más estresantes porque su intensivo entrenamiento sobrepasa su proceso mental consciente. Evidentemente, no es un sujeto frecuente en nuestra sociedad, lo que se debe más a la falta de entrenamiento adecuado que a la falta de motivación por su parte. Ejemplo de IC será aquel tirador que en el fragor del combate, dispuesto a disparar, presiona el disparador y al oír el click de la aguja percutora golpeando el culote de la vaina, y no producirse el disparo, sin pensar más, opera su arma y ejecuta sin demora un método de resolución de esta interrupción: golpea el cargador, tira de la corredera atrás y realiza dos rápidos y precisos disparos sobre su adversario (sistema tap-rack-bang).

COMPARTE ESTE POST EN